Las pequeñas y medianas empresas representan más del 97% del tejido productivo y son responsables de la creación de un 66% de los puestos de trabajo en España. Una de las asignaturas pendientes de la pyme española siempre ha sido la digitalización, pero hoy nos encontramos con que, a causa de la pandemia, muchas pymes se han lanzado a activar proyectos de transformación digital y modernización que permanecían desde hace años en “modo hibernación”.
Pero lo cierto es que las pymes no suelen contar con grandes departamentos de TI ni con una gran capacidad de inversión. En este contexto, el anuncio del Gobierno de España del lanzamiento de un Plan de Digitalización para estas empresas será fundamental para que las pymes no dejen de ser competitivas a pesar del frenazo en seco que ha supuesto la crisis económica y social provocada por la COVID-19. Este proyecto, financiado con fondos comunitarios, supondrá una inversión de 4.656 millones de euros en los próximos cuatro años.
Cualquier empresa, independientemente de su sector de actividad, debe plantearse invertir en nuevas tecnologías si aún no lo ha hecho, y contar con ayudas externas será un estímulo importante para dar el paso. Un estudio reciente de Salesforce (SMB Trends Report1) mostraba una mayor concienciación entre las pymes españolas sobre la necesidad de apoyarse en la tecnología para conseguir resultados diferentes y situar al cliente en el centro del negocio. El estudio ofrece indicaciones sobre cómo hacen frente las pymes a los principales retos de transformación digital que tienen por delante, especialmente desde marzo de 2020, cuando se declaró oficialmente la existencia de la pandemia.
Este estudio muestra que, en España, el 70% de las pymes espera cambiar de alguna forma su modelo de negocio (un 59% prevé ligeras modificaciones y un 11% afirma que tendrá que operar con una estructura totalmente nueva). Quizá resulta más sorprendente el hecho de que un 18% cree que podrá seguir funcionando de manera normal, mientras que el 1% prevé un cierre forzoso.
Una de las áreas críticas para una pyme es la de gestionar las experiencias de sus clientes. Los usuarios han evolucionado mucho y cada vez están mejor informados y son más exigentes. El único modo de conseguir una experiencia de usuario excepcional es aprovechar todos los datos de la cartera de clientes y analizarlos para conocer mejor a cada persona y, de esta forma, anticipar sus necesidades. En este contexto, la implementación de nuevas tecnologías que les permitan desarrollar esas experiencias se revela como elemento fundamental para el futuro de las empresas. El estudio SMB Trends muestra que, entre las medidas que han tomado las pymes para adaptarse a la nueva situación, la adopción de tecnologías para digitalizar las interacciones con clientes y ofrecer servicios sin contacto ocupan un lugar destacado (38%).
Casi la mitad de las pymes encuestadas por Salesforce (46%) cuenta ya con un sistema de CRM. Pero hay que destacar que el 18% lo ha instalado durante el último año -una muestra de cómo se están acelerando los procesos de digitalización-. Parece evidente que la pandemia ha abierto los ojos a los directivos de las pequeñas y medianas organizaciones, que concluyen que hay que estar bien provisto para resistir durante las crisis del futuro. En esto consiste la resiliencia.
En definitiva, estos datos nos invitan a mirar el futuro con esperanza. Si las pymes se decantan por la transformación digital, se recuperarán mucho más rápido cuando las olas de la COVID-19 dejen paso a la normalidad. En 2020, la pandemia causó un parón súbito de la economía para hacer frente a la emergencia sanitaria y, aunque existe incertidumbre aún, el final de las restricciones abrirá un nuevo tiempo de oportunidades y crecimiento para las empresas.
1 SMB Trends Report ha contado con la participación de más de 2.300 responsables de pequeñas y medianas empresas de 16 países, incluida España.