Un cliente exigente y cada vez más informado es quien tiene hoy el poder
La transformación digital se ha acelerado y los proyectos previstos para un largo plazo se han tenido que poner en marcha a toda velocidad para evitar cerrar. Quizá sea una de las lecciones más positivas que hemos extraído de la crisis: si no digitalizas es muy complicado sobrevivir.
Hace unas semanas participé en el programa de TV3 ‘La Comunitat’, donde tuve ocasión de compartir mis reflexiones con mi tocaya Bibiana Ballbé. En este post pretendo resumir lo más destacado de los asuntos que estuvimos repasando, con la tecnología en el ojo del huracán de cambios que todos hemos vivido. Los negocios actuales requieren una nueva forma de relacionarse con sus clientes y las empresas que no se doten de herramientas que permitan subir un nivel en esta relación, lo tendrán más complicado para competir. Como hemos visto desde el comienzo de la pandemia, la transformación digital se ha acelerado de una manera impensable y los proyectos previstos por muchas empresas para un largo plazo se han tenido que poner en marcha a toda velocidad para evitar cerrar en muchos casos. Quizá sea una de las lecciones más positivas que hemos extraído de la crisis: la tecnología es un imperativo y, si no digitalizas es muy complicado sobrevivir.
Contar con tecnología que permita trabajar desde casa cuando un virus ha puesto en jaque a todo el planeta no es ciencia ficción, es una necesidad. Salesforce ha estado ahí para ayudar a las empresas a mantenerse e incluso a crecer porque muchas han descubierto el poder de la venta online y están explotando canales que antes no habían contemplado como fuente de ingresos.
No es complicado digitalizar los negocios si contamos con un plan bien definido, unas coordenadas claras de lo que queremos lograr en cada momento. Un plan de transformación digital es algo vivo, abierto y flexible, donde es muy importante contar con un socio tecnológico solvente, con experiencia, acostumbrado a escuchar y a ofrecer soluciones a sus clientes.
Del mismo modo que la tecnología en nuestro hogar, en el coche, en nuestro teléfono móvil… nos hace la vida más fácil, Salesforce ayuda a que la vida de las empresas también sea más sencilla. Sin ir más lejos, nuestro CRM sirve para contactar con el cliente de la forma que quiere, por el canal que quiere (teléfono, WhatsApp, email, etc.) y tratarle de una forma única, totalmente personalizada.
Lo que no va a cambiar en el futuro en la relación entre clientes y empresas es la confianza. Es un valor primordial que se fortalece a medida que se equiparan las fuerzas. Hace unos años las empresas tenían todo el poder, pero hoy no es así. El cliente tiene en su mano ese poder, cada vez es más exigente y está mejor informado.
Por último, también pusimos el foco en el empleado: la revolución tecnológica de estos dos últimos años ha servido para demostrar que un mayor rendimiento y productividad no están necesariamente vinculadas con acudir todos los días a la oficina. Los espacios comunes seguirán vigentes para reunirnos e intercambiar ideas en persona, pero las herramientas tecnológicas nos van a permitir disfrutar de un futuro híbrido, con unos días trabajando desde casa y otros, desde la oficina.
El futuro es apasionante y la tecnología tiene un papel crucial porque está al servicio de las personas para hacernos fácil lo difícil.
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