Conversaciones con Eva Ivars, Directora General de Alain Afflelou y María Victoria Zingoni, Directora General de Negocios Comerciales y Química de Repsol.
Hoy en día, prácticamente nadie cuestiona los efectos positivos que tiene la diversidad en los equipos de trabajo, especialmente en los equipos directivos. Sin embargo, la brecha que existe entre hombres y mujeres en este ámbito es más que evidente. Según el Inclusion Index de Kantar, el 30% de las mujeres afirman sentirse infravaloradas en sus puestos de trabajo, mientras que el 42% consideran que no han tenido la oportunidad de aprender y progresar en su carrera profesional. ¿Ha afectado la crisis de la COVID-19 a la situación de la mujer en la empresa? ¿Pueden el mentoring y el coaching ser una herramienta útil para la carrera profesional de las mujeres ? Sobre éstas y otras cuestiones hemos charlado con Eva Ivars, CEO de Alain Afflelou, y María Victoria Zengoni, Directora General de Negocios Comerciales y Química, Presidenta de Repsol Electricidad y Gas y miembro del Comité Ejecutivo de Repsol, en la sesión “Experiencias Inspiradoras”, organizada por Salesforce Women´s Network.
“El retail se enfrenta al final de lo físico”
Para Eva Ivars, esta crisis ha supuesto todo un reto, puesto que “al ser una red franquiciadora, funcionamos como un sistema solar, con Alain Afflelou en el centro y un montón de satélites (las franquicias) orbitando a nuestro alrededor, por lo que nos hemos visto en la obligación de tomar decisiones de forma muy ágil y llevarlas a cabo, cuando a veces no teníamos toda la información. Además, en muchas ocasiones teníamos que ‘traducirles’ los Reales Decretos a los franquiciados”. Según Eva, en esta vuelta a la normalidad, las empresas tienen que enfrentarse a varias dificultades. En primer lugar, “hay miedo a volver a la oficina y además hay gente que no puede hacerlo por temas de conciliación, por lo que nos toca aprender a vivir y trabajar en este nuevo sistema híbrido”. Para el sector del retail, además, hay varios desafíos añadidos, ya que se enfrentan al “fin de lo físico. Vamos a tener que implementar desde probadores virtuales hasta sistemas de telepago, en definitiva, vamos a tener que llevar las experiencias del comprador fuera del punto de venta”. En cuanto al liderazgo, Eva opina que un buen líder “se adapta al cambio y hace que sus objetivos sean también los de los demás”. Añade que, en este sentido, el coaching ha sido una ayuda para ella y afirma que la curiosidad es una cualidad fundamental para desenvolverse en la empresa de hoy en día, ya que “el afán de búsqueda es algo que ayuda a tener menos miedo”. En esta misma línea, María Victoria Zingoni describe su trayectoria profesional como un aprendizaje continuo en el que la figura del mentor ha tenido mucha importancia y asegura que “el coaching es importante, siempre y cuando se tengan claros los objetivos; es una buenísima oportunidad para aprender, como mirarse en un espejo”. “Es importante tener disciplina y aprender lo que no se quiere hacer o ser”, añade.
“El día que dejemos de hablar de igualdad, sabremos que realmente la hay”
El confinamiento le ha enseñado a trabajar en remoto, “que no es lo mismo que teletrabajar”, puntualiza. “Cuando uno teletrabaja está más concentrado en sus tareas, pero con el trabajo en remoto estás en casa, con los niños, la pareja, la casa, es muy diferente. Pero es verdad que esta situación nos ha dado a todos más creatividad, en Repsol hemos sacado adelante productos y servicios en tiempo récord que, en otras circunstancias, no habríamos hecho”. Con respecto al papel del liderazgo femenino en la empresa actual, María Victoria es tajante: “El día que dejemos de hablar de igualdad, sabremos que realmente la hay. Mientras llega ese momento, debemos seguir trabajando y poniendo el foco en educar en la diversidad”. ¿Y qué inspira a estas dos mujeres inspiradoras? Para María Victoria está claro que la respuesta es “dejar un legado”, mientras que Eva reflexiona sobre “qué podemos hacer para que el mundo siga funcionando y lo haga de forma sostenible”. Ambas señalan que esta crisis ha dado como resultado una mayor cohesión en los equipos de trabajo y nos ha enseñado a ser más flexibles y ágiles. “Ahora, sigamos aprendiendo”, coinciden.
