Vivienne Ming, reconocida por la BBC como una de las 100 mujeres más influyentes del mundo, es neurocientífica y experta en Inteligencia Artificial (IA). La última empresa de las cinco que ha fundado, Socos Labs, centra su trabajo en el uso de la tecnología para maximizar el potencial humano. Sus investigaciones abarcan las disciplinas de la educación, la salud mental, la inclusión y el futuro del trabajo y tuvimos la suerte de escucharla en la serie Virtual Executives Talks organizadas por Salesforce.
Vivienne protagonizó una sesión de acercamiento a los retos y oportunidades que plantea la situación actual poniendo el acento en la educación, el empleo y el talento. Además, compartió con nosotros valiosas reflexiones que despojaron de complejidad a neurociencia e IA. Aunque más que de IA, Vivienne Ming prefiere hablar de personas porque su desarrollo debe ser bajo la mirada humana y aceptando que no resolverá mágicamente problemas que los humanos no han podido resolver o que están más allá de su comprensión.
Por este motivo, la experta considera que el éxito de cualquier iniciativa a largo plazo reside en la educación: realizar intervenciones de alfabetización con niños en riesgo de exclusión es una inversión para sus vidas y también para la sociedad. Vivienne Ming identifica las intervenciones tempranas en la primera infancia con el potencial que existe en esta fase de la vida para lograr sacar a la gente de la pobreza, insistiendo, como hizo el Premio Nobel de Economía James Heckman, en que el retorno financiero de cada dólar invertido es de los más altos en términos de rédito económico y social.
Inteligencia artificial y COVID-19
Para Vivienne Ming, la aplicación de la IA a una situación como la que plantea la COVID-19 debería orientarse a elaborar juicios humanos increíblemente complejos, automatizarlos, digitalizarlos y ponerlos a disposición universal. “A partir de modelos de aprendizaje automático, al analizar una placa de rayos X de los pulmones de alguien, se podría predecir sin médicos si la imagen corresponde a una persona afectada de COVID-19, si se trata de una gripe o de un resfriado que podría derivar en neumonía”, sugiere.
La experta vincula el fenómeno de la IA con la formación y sugiere que la mayor carencia está en las aplicaciones creativas: “Creo que esa es la gran transición que han de hacer las empresas. La automatización es un hecho, por lo que se hace más necesario invertir en el desarrollo de las capacidades emocionales y creativas de los empleados”, apuntó.
Como conclusión, nos quedamos con el consejo de Vivienne sobre el secreto para conseguir talento humano: valorar el potencial, las habilidades que están más allá del currículo. En manos de las empresas e instituciones públicas estará la responsabilidad de invertir en el desarrollo de esas capacidades.
