La vuelta a las aulas es siempre un reto a todos los niveles. Pero mucho mayor desde que convivimos con la COVID-19. Según datos del Ministerio de Universidades, son más de 1.340.000 los estudiantes matriculados este año en alguna de las universidades de España, en un curso en el que se pondrá a prueba la robustez de un modelo educativo que ha sufrido enormes presiones con la pandemia. El modelo presencial ha sido sustituido por un modelo híbrido donde el aprendizaje flexible ha sido muy valorado por los estudiantes.
Pero, ¿están los estudiantes preparados para volver a las aulas? ¿Cuáles son sus preocupaciones? En Salesforce hemos realizado una nueva edición del Informe del Estudiante Conectado para conocer la situación de los estudiantes en todo el mundo y, uno de los datos que nos encontramos es que la comunidad universitaria global se enfrenta a una “crisis de bienestar”. Por otro lado, también muestra su disposición a volver a las aulas tras un año complicado. A continuación exponemos las principales conclusiones:
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¿En el campus o en casa?
Más de la mitad de los estudiantes afirma que les gustaría volver al campus, de hecho 56 % manifestó que se sienten preparados para volver al campus, según nuestro informe.
Pero sigue existiendo un importante porcentaje de estudiantes que no se siente seguro para regresar a las aulas. Por ello, es clave que la experiencia educativa sea lo más personalizada posible ofreciendo diferentes alternativas a los estudiantes, especialmente tras haber disfrutado durante un curso de la flexibilidad de cursar estudios de manera online.
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¿Modelo presencial, online o híbrido?
El aprendizaje flexible fue valorado para el 40% de los estudiantes como lo más importante que las instituciones pueden hacer para aumentar el nivel de bienestar de los estudiantes y profesionales de la educación. En línea con esto, el 43% de los estudiantes y el 54% de los profesionales se muestra a favor de los cursos híbridos.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudiantes no quiere una experiencia totalmente digital. Solo el 21% de los encuestados de todo el mundo afirmó que preferiría realizar todas sus clases online.
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Retos de los estudiantes
El informe nos muestra que el 76% de los estudiantes encuestados identificaron el bienestar como su principal desafío.
Cerca del bienestar se sitúan las preocupaciones económicas (74%) y la búsqueda de un lugar tranquilo para trabajar (65%), como principales retos a los que se enfrentan los estudiantes, lo que pone de manifiesto que el bienestar integral tiene a menudo varios niveles y puede estar condicionado por diversos factores económicos y socioemocionales. La pandemia no ha hecho más que acrecentar estos desafíos incrementando la incertidumbre por el futuro de los estudiantes.
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La digitalización de las aulas
La competencia digital del personal se ha convertido también en una prioridad para la mayoría de las instituciones. Más de seis de cada diez miembros del personal afirmó que la pandemia obligó a su institución a reevaluar los modelos de servicio y apoyo del personal, así como a invertir en capacitación que permitiera al profesorado y al personal desempeñar su trabajo virtualmente.
Por otro lado, el 52% de los profesionales estima que su institución invertirá en más tecnología para el aula y más de una cuarta parte de los profesionales afirmó que su institución ha incorporado un puesto de supervisión de la experiencia digital de los estudiantes y el personal.
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Comunicación con los estudiantes
El último punto a destacar en los resultados del informe es el impacto que tiene la comunicación entre los estudiantes y las instituciones. Así, 6 de cada 10 estudiantes afirma que la falta de una comunicación uniforme entre profesores y estudiantes afecta a la confianza en la institución y, alrededor de la mitad indica que le gustaría recibir comunicaciones más personalizadas de sus instituciones.
Son varias las instituciones que están aplicando mejoras tecnológicas pero muy pocas las que están utilizando sistemas integrados para comunicarse con los estudiantes, por lo que se crean brechas en los servicios y la confianza. Así, según los resultados del estudio, menos de la mitad de las instituciones (47 %) está priorizando las inversiones en integración tecnológica, mientras que el 45 % está otorgando más importancia a los sistemas de CRM y el 40 % está haciendo hincapié en la tecnología de análisis de datos.
La incorporación de estas tecnologías a las instituciones educativas permitirá contar con análisis de datos en tiempo real que harán que la experiencia de todos sea más segura, además de aumentar el éxito de los estudiantes.
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