El software como servicio (SaaS) es un modelo de distribución y de licencias usado para entregar aplicaciones de software a través de Internet, es decir, como un servicio.
La idea de centralizar el alojamiento de las aplicaciones empresariales ha existido por lo menos desde la década de 1960. En la década de 1990, dicha idea evolucionó con el auge de Internet en los proveedores de servicios de aplicación (ASP), esto es, con la aparición de aplicaciones de terceros gestionadas y alojadas por un proveedor ASP, pero algunos software seguían requiriendo instalarse en los ordenadores de los usuarios.
El SaaS es una evolución del modelo de ASP: en esta solución, los proveedores y distribuidores gestionan su propio software y no se requiere instalación, ya que el software se distribuye de manera instantánea a través de Internet, es decir, a través de la nube. La informática en la nube permite a las empresas consumir recursos informáticos a través de Internet como un servicio (de la misma forma que la electricidad o el agua).
Ahora, el modelo de informática en la nube basada en SaaS ofrece a las empresas un nivel de eficiencia y ahorro de costes significativos, pero tuvieron que producirse una serie de acontecimientos antes de que SaaS pudiera convertirse en una opción factible:
Con SaaS no hay hardware ni software dedicado que comprar, instalar, mantener o actualizar; como cliente hay poco para ver hasta que comienza el trabajo diario normal.
A continuación, le mostramos algunas características comunes de los servicios SaaS.
Software empaquetado
Usted gestiona
Infraestructura como servicio
Gestionado por el proveedor
Plataforma como servicio
Software como servicio
Si retrocedemos a los días de los paquetes de software cliente-servidor tradicionales, las tendencias tecnológicas favorecían a las grandes empresas. Esto se debía a que estas grandes empresas presentaban un compromiso inicial con un elevado presupuesto, todo ello respaldado por un equipo de profesionales de IT interno para la implementación, el mantenimiento y la seguridad. Muy pocas PYME contaban con recursos para aquellos tipos de compras, y aquellas que los tenían preferían evitar esos grandes gastos.
El modelo SaaS ha cambiado las reglas del juego para las pequeñas empresas. Al convertir las necesidades diarias de infraestructura en un gasto operativo mensual que se puede ampliar o reducir según evolucionan las necesidades de una organización, actualmente muchas PYME pueden permitirse actualizaciones de tecnología que antes no estaban a su disposición.
Por ejemplo, la capacidad para subcontratar la prestación y la gestión de funciones clave permite a un equipo creciente centrarse en sus habilidades clave. Además, una instalación rápida, unos mínimos costes iniciales, la compatibilidad para trabajo remoto y la capacidad de ampliación son otros beneficios evidentes.
En el otro extremo, SaaS también se ha convertido en un enfoque práctico para soluciones empresariales. La recopilación de las funciones en un entorno común o plataforma ayuda a una empresa a ganar capacidad de ampliación, ahorrar costes y aumentar la velocidad y la eficacia del servicio.
Las grandes empresas a menudo cuentan con diferentes unidades operativas en diferentes territorios, zonas horarias y ubicaciones. Un modelo SaaS basado en la nube puede proporcionar las herramientas para mantener un método de trabajo integral y conectado a pesar de estos desafíos, y de manera que resulte rentable.
Con la instalación correcta, los sistemas existentes también pueden integrarse con el objeto de garantizar que todos los servicios de una organización están interrelacionados. Esto ayuda a eliminar lagunas en la información y los datos, forjando así un sólido círculo. Además, los equipos pueden colaborar a través de espacios sociales compartidos que estén siempre sincronizados en los dispositivos de todos los usuarios.
La creciente marea de modelo del software como servicio ha generado todo un sector de productos y servicios que requieren pagos recurrentes basados en un modelo de suscripción. Esto significa que la mentalidad de los clientes también ha cambiado de un concepto de cliente fijo a un concepto de compra única; han pasado a ser clientes presentes que adoptan una rutina de compra recurrente.
En respuesta a esta tendencia, Gartner predice que para 2020 más del 80 % de los proveedores de software va a cambiar su modelo de negocio de licencia tradicional y mantenimiento a un modelo basado en suscripción.
Con una demanda de altos volúmenes de datos, y el aumento diario de las copias de seguridad y del rendimiento del software, es probable que las empresas subcontraten cada vez más actividades de IT a proveedores de servicios especializados.
Es probable que las empresas que han invertido en un modelo SaaS adopten soluciones completas e integradas que les permitan centrarse en lo que mejor saben hacer. Como resultado, las relaciones a largo plazo con los proveedores de servicios crecerán, lo que, a su vez, conducirá a una mayor innovación a medida que las crecientes necesidades de los clientes se comprendan y prevean mejor.