Comprender la inteligencia artificial: definición, tipos, casos de uso y desafíos

 
La inteligencia artificial (IA) es un campo de estudio de las ciencias informáticas que busca reproducir, a través de máquinas, ciertas capacidades cognitivas de los seres humanos, como aprender, razonar, percibir, comprender un lenguaje natural, resolver problemas o tomar decisiones. 
 
 
 

¿Qué es la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial (IA) es un campo de estudio multidisciplinario que busca dotar a las máquinas de capacidades cognitivas similares a las de los humanos. También se habla a veces de "inteligencia algorítmica".

Concretamente, la IA reúne un conjunto de conceptos, tecnologías y técnicas que permiten a las computadoras imitar ciertas capacidades humanas como el aprendizaje, el razonamiento, la percepción, el reconocimiento de formas u objetos, la interacción en un entorno físico o digital, la resolución de problemas complejos, etc.

La inteligencia artificial hace uso de diferentes disciplinas científicas como las matemáticas, la informática, la lógica, la robótica, las neurociencias, la lingüística o la psicología cognitiva.
El término "inteligencia artificial" fue acuñado en 1956 durante un taller organizado en la Universidad de Dartmouth en los Estados Unidos. Desde entonces, la IA no ha dejado de progresar gracias a los avances en potencia de cálculo de las computadoras y en algorítmica.

 
 

¿Cómo funciona la inteligencia artificial?

El funcionamiento de la inteligencia artificial se basa en la combinación de diferentes conceptos y mecanismos complementarios.

En el núcleo de la IA se encuentran los algoritmos, que son conjuntos de instrucciones que permiten a las máquinas realizar tareas complejas como el reconocimiento de imágenes o el procesamiento del lenguaje. Algunos algoritmos poderosos, como las redes neuronales artificiales, son capaces de aprender a partir de grandes volúmenes de datos.

El aprendizaje automático, o "machine learning" en inglés, también constituye un aspecto importante de la inteligencia artificial moderna. Permite que los algoritmos mejoren de forma autónoma al descubrir patrones en grandes cantidades de datos, sin que las tareas a realizar estén programadas explícitamente. Se distingue entre tres formas de aprendizaje automático: supervisado, no supervisado y por refuerzo.

Los datos son también cruciales para entrenar los algoritmos de IA y mejorar su rendimiento. Cuanto más voluminosos, variados y de buena calidad sean los datos proporcionados, mejores serán las capacidades de las inteligencias artificiales.

El procesamiento de todos estos datos requiere, sin embargo, una enorme potencia de cálculo. De ahí el uso de infraestructuras de computación de alto rendimiento, la computación en la nube y procesadores especializados como GPU y TPU.

Finalmente, la ingeniería del conocimiento estructura y formaliza los conocimientos para que sean comprensibles por una máquina dotada de inteligencia artificial.

 

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¿Cuáles son los tipos de inteligencia artificial?

La inteligencia artificial abarca diferentes tipos de tecnologías, con diversos grados de autonomía y finalidades.

Se suelen distinguir tres grandes categorías de inteligencia artificial. En primer lugar, la "IA débil", o ANI (Artificial Narrow Intelligence), que designa IA limitadas a una tarea precisa. Los chatbots, los vehículos autónomos o las herramientas de reconocimiento facial pertenecen a esta categoría de inteligencia artificial débil, restringida a un campo de aplicación reducido.

En el otro extremo, la "IA fuerte", o AGI (Artificial General Intelligence), busca reproducir de forma general la inteligencia humana, con capacidades de razonamiento, aprendizaje y comprensión universal. Este tipo de inteligencia artificial fuerte aún no existe y corresponde por ahora al ámbito de la prospectiva científica.

Entre estos dos extremos se encuentra la "IA supervisora", cuyo objetivo es aumentar las capacidades humanas en lugar de reemplazar al hombre. Acoplada al humano, esta "inteligencia aumentada" amplía sus capacidades de análisis y decisión. Las interfaces cerebro-máquina son un ejemplo concreto.

Algunos especialistas también distinguen la inteligencia artificial denominada "estrecha", capaz únicamente de tareas específicas, de la inteligencia artificial "genérica", dotada de habilidades más amplias y polivalentes en un campo determinado. Pero el límite entre estas subcategorías sigue siendo difuso.

En definitiva, existe un amplio espectro de IA con atributos y finalidades variados, algunas limitadas a un uso preciso, otras que buscan igualar o reforzar las capacidades humanas de forma mucho más amplia.

 

¿Cuáles son los usos de la inteligencia artificial?

Las aplicaciones concretas de la inteligencia artificial se han desarrollado considerablemente en los últimos años y están presentes ahora en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana.

En el ámbito del consumo, la IA alimenta por ejemplo las tecnologías de reconocimiento facial y de voz que permiten desbloquear nuestros teléfonos inteligentes o realizar identificación biométrica. Los chatbots conversacionales y los asistentes virtuales inteligentes también están cada vez más perfeccionados gracias a la inteligencia artificial, como por ejemplo:

  • Siri;
  • Alexa;
  • Google Assistant;

La IA también mejora continuamente el rendimiento de los software de traducción automática, ya sea para traducir textos o proporcionar traducciones en tiempo real. En las plataformas de transmisión de video y música o los sitios de comercio electrónico, la IA incluso permite ofrecer recomendaciones ultrapersonalizadas en función de los gustos de cada usuario. En las redes sociales, la moderación de contenidos se confía cada vez más a algoritmos de inteligencia artificial en lugar de humanos.

En la industria, la IA también está transformando muchos sectores. En la automoción, hace posibles innovaciones en conducción autónoma. En salud, mejora el diagnóstico médico al analizar de manera fiable los exámenes de imágenes médicas.

En la banca y los seguros, la inteligencia artificial permite detectar fraudes y analizar riesgos de forma muy precisa. Sus capacidades para producir contenidos automatizados como artículos o informes también se utilizan cada vez más. La IA también optimiza los procesos industriales, la logística y la cadena de suministro al orquestar los flujos físicos de manera dinámica. Refuerza la ciberseguridad al identificar amenazas de forma proactiva.

En la industria manufacturera, los robots dotados de inteligencia artificial ahora asisten al hombre en muchas tareas. Por último, en los servicios al cliente, la IA automatiza las oficinas de soporte y mejora la gestión de las relaciones con los clientes a través de sistemas predictivos.

Las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial ya son inmensas, y no dejan de crecer a medida que estas tecnologías ganan madurez.

¿Cuáles son las ventajas de la inteligencia artificial?

El potencial que ofrece la inteligencia artificial es inmenso y abre el camino a numerosos beneficios en una multitud de ámbitos.

En primer lugar, la automatización inteligente de tareas repetitivas y que requieren mucho tiempo permitida por la IA aporta importantes ganancias de productividad. Los empleados se liberan de trabajos tediosos de bajo valor añadido para concentrarse en actividades de mayor valor añadido.

Además, gracias a su tremendo poder de cálculo, las máquinas dotadas de inteligencia artificial son capaces de procesar información a una velocidad y escala inaccesibles para la mente humana. La toma de decisiones se ve claramente acelerada.

Por otro lado, una vez entrenadas correctamente, las IA a menudo muestran una precisión y fiabilidad superiores a los humanos, con menos errores y aproximaciones. Su rendimiento ya supera al del hombre en ciertas tareas específicas.

A diferencia de los trabajadores humanos, los sistemas de inteligencia artificial también pueden funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin interrupciones ni pérdidas de atención. Su disponibilidad permanente constituye una gran ventaja para ciertos usos.

Gracias a sus algoritmos de aprendizaje automático, la IA también es capaz de ofrecer servicios y recomendaciones personalizadas a medida de difícil realización manual.

Además, la inteligencia artificial abre el camino para una nueva generación de productos y servicios innovadores que antes no existían. Esta capacidad de innovación confiere una ventaja competitiva decisiva a las empresas que adoptan rápidamente estas tecnologías.

¿Cuáles son los límites de la inteligencia artificial?

Aunque la inteligencia artificial ha experimentado avances espectaculares en los últimos años, todavía se enfrenta a varios obstáculos y limitaciones que deben tenerse en cuenta.

En primer lugar, el funcionamiento interno de los algoritmos de IA sigue siendo muy opaco y poco comprensible para el ser humano. Se habla de "caja negra" para referirse a esta dificultad de rastrear el razonamiento preciso que llevó a la inteligencia artificial a tomar una decisión. Esta opacidad puede causar problemas de fiabilidad y confianza en estas tecnologías.

Por otro lado, los sesgos presentes en los conjuntos de datos utilizados para entrenar la IA corren el riesgo de reproducirse e incluso amplificarse por ella. Prejuicios sexistas o racistas en los datos de aprendizaje pueden así encontrarse en las decisiones de la inteligencia artificial entrenada con esos datos.

El acceso a grandes cantidades de datos de calidad también es un desafío crucial. Sin suficientes datos representativos, variados y bien etiquetados, la IA no puede entrenarse correctamente y generalizar sus capacidades a nuevas situaciones.

La ciberseguridad representa otro reto para la inteligencia artificial: IA malintencionadas o mal desarrolladas pueden causar problemas de piratería, manipulación o filtración de datos confidenciales.

Además, el desarrollo de una IA fiable requiere importantes recursos tecnológicos para el almacenamiento y procesamiento de datos, así como inversiones humanas en expertos en datos y algoritmos.

En el plano ético, ciertas aplicaciones de la inteligencia artificial plantean cuestionamientos que deben anticiparse y regularse, especialmente con respecto a la autonomía de las máquinas, la privacidad y la transparencia.

Finalmente, estas tecnologías generan inquietudes legítimas sobre su posible impacto en el empleo, de ahí las resistencias psicológicas al cambio que deben tenerse en cuenta.

En resumen, la inteligencia artificial constituye una tecnología prometedora, pero que requiere transparencia, ética y supervisión humana para desplegar todo su potencial al servicio del bien común.

 

Preguntas frecuentes

 

¿Qué es la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial designa la capacidad de una máquina para reproducir las capacidades cognitivas humanas como el aprendizaje, el razonamiento, la percepción, etc. Se trata de un campo de estudio multidisciplinario que combina informática, matemáticas y neurociencias.

¿Cuáles son los principales tipos de inteligencia artificial?

Se distinguen tres grandes tipos de inteligencia artificial: la IA débil, que se concentra en tareas específicas; la IA fuerte, que busca reproducir la inteligencia humana de forma general; y la IA supervisora, que mejora las capacidades humanas.

¿Cuáles son las ventajas de la inteligencia artificial para las empresas?

La IA permite automatizar tareas tediosas, analizar grandes cantidades de datos, mejorar la relación con el cliente o desarrollar nuevos productos y servicios innovadores. Por tanto, representa una clara ventaja competitiva.
 
 
 

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