La competencia monopolística implica una competencia imperfecta y se la considera ineficiente porque promueve una inseguridad en cuanto a los costos, exceso de capacidad, especialización nula y desempleo.
En pocas palabras, se puede decir que la competencia monopolística es el modelo de mercado que involucra a distintas empresas que ofrecen productos diferentes (con variaciones en términos de calidad, branding, estilo y reputación) y que compiten entre ellas. Los productos o servicios que proveen esas empresas son similares, pero no son intercambiables.
Es importante considerar que las marcas involucradas en este tipo de sistema suelen gastar altas sumas de dinero en publicidad. Esto no debería ser tan importante si no fuera porque lo que realmente sucede a raíz de la competencia monopolística es que el precio del producto o servicio se incrementa significativamente y esto hace que la marca pierda leads y clientes.
En la competencia monopolística, los recursos generalmente permanecen inertes, ya que las empresas no usan su capacidad de producción al máximo, aun cuando esa pueda ser casi exagerada en algunos casos. De esa forma, los obreros y trabajadores se quedan sin nada que hacer y eso hace que sean despedidos.
En este artículo exploraremos qué es la competencia monopolística, sus ventajas y desventajas, daremos algunos ejemplos de ese modelo de mercado y también explicaremos por qué es un sistema ineficiente. Es justamente con este último punto que empezaremos.
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¿Qué es una competencia monopolística?
Los economistas han establecido una clasificación general que distingue dos tipos fundamentales de competencia de mercado: la competencia perfecta y la competencia imperfecta. La competencia perfecta se manifiesta cuando un número muy elevado de personas o empresas ofrecen y demandan un determinado producto o servicio. En teoría, ese número puede ascender hasta el infinito.
En la competencia perfecta no hay obstáculos que frenen la entrada de nuevos oferentes del mismo servicio o producto; esto impide que cualesquiera de los oferentes o demandantes tengan control exclusivo sobre el mercado o sobre el precio.
Y es así porque la porción que cada uno de ellos aporta a la cantidad total del producto negociado es tan mínima que no le permite obtener el control sobre el precio y la cantidad de productos o servicios presentes en el mercado.
Este escenario ideal presenta por igual a empresas y a clientes como “tomadores de precios” que asumen y aceptan en sus negociaciones los precios generados por el mercado. Así, el escenario configurado por la competencia perfecta daría lugar a un mercado perfectamente competitivo, lo que corresponde más a un desarrollo teórico ideal que a una situación real.
La competencia imperfecta —de la cual forma parte la competencia monopolística— se acerca mucho más a situaciones de la vida real. A continuación examinaremos algunos casos o tipos de competencia imperfecta.
Para saber más sobre el tema de la competencia de mercado y sobre cómo actúan los monopolios, no dejes de escuchar esta charla de la experta Margrethe Vestager:
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Diferencias entre la competencia monopolística y el monopolio
La principal diferencia entre la competencia monopolística y el monopolio radica en la cantidad de empresas en el mercado y en el grado de control que ejercen sobre los precios y la oferta de productos. En un monopolio, solo hay una empresa que domina completamente el sector, sin competencia directa.
Esto significa que los consumidores no tienen opciones alternativas y que la empresa monopolista puede fijar los precios sin temor a perder clientes. Además, las barreras de entrada son altas, ya sea debido a factores como patentes, regulaciones gubernamentales o altos costos de infraestructura.
- Ejemplos comunes de monopolio incluyen los servicios públicos, como el suministro de electricidad en algunas regiones, o empresas que poseen patentes exclusivas sobre medicamentos.
Por otro lado, en la competencia monopolística existen diversas empresas que compiten en el mismo mercado, pero cada una ofrece un producto o servicio con algún tipo de diferenciación.
Aunque los productos pueden ser sustitutos entre sí, las empresas buscan crear una identidad única a través de la marca, la calidad, el diseño o características específicas que justifiquen la preferencia del consumidor.
En este modelo, cada empresa tiene cierto grado de control sobre los precios, ya que la diferenciación permite cobrar valores distintos sin necesariamente perder clientes frente a la competencia. Sectores como la moda, los cosméticos, las cafeterías y la tecnología son buenos ejemplos de este tipo de competencia.
Mientras que el monopolio elimina la competencia y concentra el poder en una sola empresa, la competencia monopolística equilibra la competencia y la diferenciación, permitiendo que los consumidores tengan más opciones y que las empresas busquen destacar a través de la innovación y el marketing.
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Características de la competencia monopolística
Para comprender los principios de la competencia monopolística, a continuación vamos a analizar sus características estructurales principales.
- Muchas empresas
Este modelo de mercado funciona cuando hay una gran cantidad de marcas que ofrecen productos muy similares pero no idénticos. Esas empresas operan de acuerdo a las reglas del mercado tradicional, pero toman decisiones independientemente de las demás empresas.
- Diferenciación entre productos
En la competencia monopolística, los bienes y servicios presentan una diferencia que es casi imperceptible y que no está relacionada con el precio o el costo; puede estar en la ubicación espacial del producto, por ejemplo, o en aspectos intangibles. Aun así, y a pesar de que cumplen la misma función, ningún producto puede sustituir a otro. Además, es muy clara la diferencia de calidad, empaque, estilo, reputación, aspecto y branding entre esos productos.
- Bajo poder de mercado
Las compañías tienen poder de mercado, pero la realidad es que ese poder es mínimo. Lo que tienen es control sobre los términos y condiciones de las transacciones y, en general, pueden aumentar sus precios sin que eso conlleve la pérdida de clientes o una guerra de precios entre la competencia.
- Pocas barreras de entrada
En la competencia monopolística, las empresas pueden entrar y salir del mercado muy fácilmente. Hay nuevas empresas que se interesan en participar cuando ven que las ya existentes reciben grandes ganancias. Y con la llegada de esas nuevas empresas, la oferta aumenta y el precio disminuye, lo que afecta a las empresas ya establecidas y les impide seguir registrando los mismos ingresos.
- Libertad en la toma de decisiones
En este modelo de mercado, las empresas no necesitan tener en cuenta cómo sus decisiones pueden afectar a sus competidores y, por eso, cada empresa puede operar sin miedo a quedar en desventaja frente a su competencia.
Cómo ya lo dijimos antes, a diferencia del monopolio puro, la competencia monopolística permite que diversas empresas operen en el mismo mercado. Un ejemplo claro de este modelo es el mercado de restaurantes y cafeterías, donde existen numerosas opciones disponibles, pero cada establecimiento busca destacarse a través del menú, la atención al cliente, la ubicación y la experiencia ofrecida. Un café artesanal y una cafetería de cadena, por ejemplo, venden productos similares, pero atraen a públicos distintos.
El sector de la moda y el vestuario también encaja en este tipo de competencia, con marcas de ropa y calzado que compiten entre sí, pero mantienen un estilo propio, un público objetivo específico y diferentes estrategias de branding.
Empresas como Nike y Adidas compiten directamente, pero se diferencian a través de sus innovaciones, identidad visual y posicionamiento en el mercado. Lo mismo ocurre en la industria de cosméticos y perfumes, donde marcas como L’Oréal, Natura y Avon ofrecen productos similares, pero apuestan por factores diferenciadores como ingredientes exclusivos, empaques sofisticados, campañas de marketing y enfoque en la sostenibilidad.
La competencia monopolística, por lo tanto, garantiza que los consumidores tengan acceso a una amplia variedad de productos y servicios, al mismo tiempo que impulsa a las empresas a invertir constantemente en la diferenciación para mantener su relevancia en el mercado.
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Ventajas y desventajas de la competencia monopolística
Aparentemente, algunas de las características básicas de la competencia monopolística serían aspectos positivos, y definitivamente lo pueden ser, pero este tipo de competencia también presenta aspectos negativos. Es por eso que en esta sección exploraremos cuáles son las posibles ventajas y desventajas del modelo de competencia monopolística.
Hay determinados nichos que, en efecto, funcionan dentro de modelos de competencia monopolística: los restaurantes, las tiendas de ropa, las peluquerías, los hoteles y bares operan en este sistema. Por eso, realmente es esencial que entendamos perfectamente cuáles son las ventajas y desventajas de la competencia monopolística.
Entre las ventajas de la competencia monopolística, podemos mencionar estas:
- Pocas barreras de entrada;
- Ambiente de negocios activo;
- Los consumidores pueden obtener una gran variedad de productos y servicios bien diferenciados;
- Los consumidores están informados acerca de los productos y servicios disponibles en el mercado;
- Alta calidad de los productos.
Por otro lado, las desventajas más claras de la competencia monopolística son:
- Desperdicio excesivo de recursos;
- Acceso limitado a las economías de escala, debido a la gran cantidad de empresas involucradas;
- Publicidad engañosa;
- Exceso de capacidad;
- Falta de productos estandardizados;
- Asignación ineficiente de recursos;
- Imposibilidad de obtener ingresos extraordinarios.
Ahora que conocemos las ventajas y desventajas de este modelo de mercado, necesitamos explorar un elemento fundamental, que es el relativo a la fijación de precio:¿quién dicta los precios en la competencia monopolística?
Como cada compañía produce un único producto que se diferencia, ya sea en lo más mínimo, de las alternativas de la competencia, realmente cada empresa puede decidir si cobrar más o menos a los consumidores por su producto.
A diferencia de un oligopolio, en cuyo caso el precio lo controla un número reducido de empresas, en la competencia monopolística las marcas no necesitan llegar a ningún acuerdo para establecer un precio y son completamente independientes.
Aun así, las empresas utilizan la publicidad para competir con sus competidores y ganarse la confianza y el afecto de los consumidores. Mediante esa publicidad, los consumidores toman conocimiento de cuáles son esas diferencias entre las marcas competidoras y las marcas, a su vez, pueden tomar en cuenta sus gastos en publicidad al fijar el precio de sus productos.
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FAQ: principales dudas sobre competencia monopolística
¿Cómo afectan los monopolios a los mercados?
Por controlar la única empresa que provee determinado producto para un determinado mercado, el monopolista puede ejercer poder de mercado, es decir, determinar la cantidad del producto que se ofrecerá en el mercado respectivo y, de esa forma, influir en el precio del bien. Produciendo poca cantidad de bienes, el monopolista logra mantener precios altos y obtener ganancias importantes.
¿Cómo influye la competencia en el mercado?
La competencia fomenta la actividad empresarial y la eficiencia, da al consumidor más opciones y contribuye a bajar los precios y mejorar la calidad. Precios más bajos para todos: la manera más sencilla de conquistar un mercado es ofrecer mejores precios. En un mercado competitivo, los precios tienden a bajar.
¿Qué relevancia tiene la competencia monopolística en el mundo empresarial?
La competencia funciona como elemento regulador del mercado, evitando intervenciones poco saludables. Además, propicia que las empresas estén en movimiento constante y que, en consecuencia, ofrezcan un producto más competitivo. Sin competencia de mercado no es posible alcanzar una situación de libre mercado.
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