Hoy 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, establecido por las Naciones Unidas para lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Para aportar nuestro granito de arena a la causa y darte un poco de motivación, te queremos contar la historia de Marina, Technical Account Manager y Vicepresidente de Geforce LATAM en Salesforce con sus propias palabras. ¡Que la disfrutes!
Cuéntanos qué haces en Salesforce y cómo llegaste hasta tu puesto actual.
Empecé mis estudios hace mas de 40 años en la UNCuyo en la carrera de Ingeniería en petróleo porque quería ser ingeniera nuclear y para entrar al Instituto Balseiro me pedían tener 2 años aprobados de cualquier ingeniería. Éramos 4 mujeres y 80 varones. Durante ese primer año, y mentoreada por una de las ingenieras que tenía como docente, fui descubriendo las limitaciones que teníamos las mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología, así que decidí volver sobre mis pasos y cambié de carrera. Al año siguiente comencé el Profesorado de Física, Matemática y Cosmografía. Al terminar segundo año, pedí el cambio a la Licenciatura en Matemática Pura en Buenos Aires porque decidí casarme y acompañar la carrera de mi marido. Terminando el tercer año de matemáticas tuve que dejar los estudios porque estaba embarazada de mi primer hijo. Trabajaba porque el sueldo de mi marido no alcanzaba pero era imposible trabajar, estudiar y criar a un hijo. Sin embargo, ya lo había hablado con mi compañero de vida, y habíamos acordado que eso no era abandonar, sino postergar hasta que las circunstancias mejoraran y yo pudiera retomar mis estudios.
Ese día llegó 3 años más tarde, pero como yo ya trabajaba en un centro de cómputos de un banco, me había enamorado de la informática y estaba convencida de que era mucho más divertido que la matemática. Ya embarazada de mi segundo hijo, decidí no retomar matemáticas, sino empezar de cero Ingeniería en Sistemas.
Por aquellos años eso implicaba 6 años de estudio con edad para estar recibida y dos hijos en mi haber, cosa que escandalizó a mis padres y a varios a mi alrededor… Pero no a mí, que no quería seguir invirtiendo ni un minuto más en las matemáticas y estaba ansiosa por aprender informática. Estas circunstancias me implicaron varias discriminaciones que por momentos se tornaron dolorosas, pero era mi elección profesional y seguí adelante siendo fiel a mí misma.
Desde aquel primer trabajo en el centro de cómputos, fui encargada de sistemas de un hotel importante, durante el último año de la carrera logré un trabajo en una consultora internacional desarrollando software. Transcurridos 10 años de hacer desarrollo y liderando proyectos, decidí que quería hacer otra cosa, me capacité, me certifiqué y empecé a implementar SAP en empresas de todo tipo y rubro hasta que una colega me desafió a entrar al mundo Salesforce.
Al comienzo desestimé la idea porque yo era feliz haciendo lo que hacía… Pero la curiosidad pudo más y empecé a espiar de qué se trataba el mundo de Salesforce del que mi colega hablaba. Descubrí la increíble cultura de la empresa y sus valores, lo que terminó de convencerme de cambiar de ecosistema.
Esto fue hace casi dos años, hoy como TAM (Technical Account Manager) en Salesforce, soy la facilitadora entre Salesforce y los clientes en temas relacionados a la gestión técnica de sus organizaciones, y como parte del equipo de nuestro Equality Group Genforce trabajo para la inclusión de todas las edades y todas la etapas de carrera.
Mirando hacia atrás, tal vez cambiaría alguna de mis decisiones, pero jamás la de haber decidido dedicarme a la ciencia y la tecnología, que me han dado tanta satisfacción durante toda mi vida.
¿Cuál fue el desafío que más te costó superar en tu carrera profesional? ¿Cómo lo superaste?
El gran desafío permanente en mi carrera profesional fue el de compatibilizar mis objetivos profesionales con mi objetivo personal de formar una familia. En general, las mujeres aún tenemos sobre nuestras espaldas las principales responsabilidades de cuidado familiar, lo que implica mucha energía, tiempo y esfuerzo. Por priorizar mis objetivos familiares, tuve que postergar estudio, objetivos de carrera dentro de las empresas, etc. El camino no fue ni es para mí una línea recta.
¿Cómo logré sentirme plena en la vida con una hermosa familia y una hermosa carrera profesional? Primero y principal teniendo a mi lado un compañero de vida que siempre apoyó mi crecimiento profesional, además manteniendo mis objetivos y prioridades claras y no negociables a largo plazo, con resiliencia. Y por otro lado, contando con espacios de estudio como la UTN que me permitió estudiar por la noche mientras durante el día me ocupaba de mi familia y del trabajo. Estoy tan agradecida de esta posibilidad que me dediqué a ser docente allí por 6 años en retribución por todo lo que gratuitamente recibí, estará siempre en un lugar de mi corazón.
¿Qué le dirías a alguien que está pensando empezar una carrera en el sector IT?
Que IT es un mundo fascinante, lleno de oportunidades increíbles y ámbitos de aplicación para todos los gustos. Que los principales ingredientes necesarios son la curiosidad y el compromiso con el aprendizaje permanente. Que nunca se van a aburrir y que nunca les faltará una oferta de trabajo y una buena remuneración.
¡Les diría que empiecen ya! El futuro se escribe haciendo y nunca es tarde para empezar una carrera en IT. Si sos mujer y te dedicaste a tu familia y tus hijos están empezando a armar sus propias vidas, probablemente ya no te necesiten a tiempo completo.. Y si alguna vez soñaste con un lugar en IT o lo estás soñando ahora… ¡Vamos, vos podés! ¡Muchas pudimos! ¡No te rindas!
Según tu experiencia, qué podríamos hacer desde nuestro lugar como mujeres para contribuir a lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas.
Podemos ocuparnos de dar visibilidad a las oportunidades y dificultades para potenciar y multiplicar las oportunidades y tender redes de contención y ayuda para superar los obstáculos. También ayudar a tomar conciencia sobre los sesgos y prejuicios que tenemos como sociedad hacia las mujeres y trabajar para derribarlos y desterrar mitos. Y sobre todo, empoderar a las mujeres para que no nos autodiscriminemos pensando que la ciencia y la tecnología no son para nosotras o que una carrera profesional es excluyente de una vida familiar plena.
Una de las cosas por las que elijo trabajar en Salesforce, es porque me da los espacios para dedicar parte de mi tiempo a todas esas cosas y darle un sentido diferente a mi trabajo. Gracias por brindarme la oportunidad de compartir mi experiencia con la esperanza de que sirva para que otras mujeres se animen.