Esta historia comienza en un restaurante francés. Sólo hay que añadir una pizca de campamento de verano, tecnología publicitaria y software empresarial, y así se obtienen todos los ingredientes para convertirse en una gran líder de ventas.
Es la historia de Caren Wachtenheim, vicepresidente regional de ventas para mercados medianos de Salesforce, que a lo largo de su carrera por diversas industrias, funciones y ciudades mantuvo intacto su objetivo de apoyar a los demás.
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Un comienzo poco tradicional en el mundo de las ventas
Con formación universitaria en hotelería, Caren comenzó su carrera en el restaurante francés de un hotel boutique, y luego trabajó durante tres años en un campamento de verano. “Al final del día, disfrutaba estar al servicio de los demás, independientemente de la industria en la que estuviera”, comentó Caren.
Caren se inició en el mundo de las ventas en la industria de la tecnología publicitaria, y fue acumulando experiencia y millas de viajero frecuente mientras trabajaba en una start-up que la llevó a trasladarse de Nueva York a San Francisco. Una vez instalada en California, se puso en contacto con líderes de ventas a través de LinkedIn y Twitter, en busca de consejos sobre cómo destacarse en el competitivo entorno de la Costa Oeste. Uno de los líderes que respondió fue Greg Tarantino, vicepresidente senior de ventas de Salesforce.
“No buscaba un empleo, sino conocimientos”, explicó Caren. “¿Cómo aplicar todo lo que sé sobre hospitalidad, ventas, marketing y el crecimiento de un negocio, y transformarlo en conversaciones con impacto? Me reuní con Greg cuatro o cinco veces para que me orientara. ‘¿Cómo puedo mejorar?’ ‘¿Qué me falta?’ Y así fue que cuando se abrió una vacante me ofreció sumarme a su equipo “.
El puesto que construyó su comunidad en Salesforce
Al recibir la oferta laboral, Caren tuvo un presentimiento: “Sabía que Salesforce iba a desempeñar un papel importante en mi vida”, pero lo que no sabía en ese momento era que su trayectoria profesional en Salesforce recién comenzaba.
Caren, contratada inicialmente como gerente regional a cargo de un equipo de ejecutivos de cuentas, descubrió que necesitaba entender más profundamente los productos y procesos de Salesforce para poder ayudar mejor a su equipo. Después de dos años en el cargo, decidió hacer un movimiento poco tradicional y empezó a trabajar como ejecutiva de cuentas.
“Si no estás aprendiendo, no estás creciendo. Fue por eso que decidí trabajar un tiempo como ejecutiva de cuentas. Sabía que si lograba ser buena en ese puesto, entendía nuestros productos y aprendía las tácticas de Salesforce, podría volver a un puesto de liderazgo y convertirme en una líder más productiva”, dijo Caren. “Solo tenía que dar ese pequeño movimiento lateral para ser más eficiente y efectiva”.
Caren pasó otros cuatro años en Salesforce, ¡seis en total!, desarrollando sus habilidades de venta y su red de contactos, antes de irse a otra empresa de software.
El boomerang da la vuelta
“Sabía desde el principio que volvería”, comentó Caren. “Simplemente regresé antes de lo que esperaba”.
Después de aproximadamente un año, Caren volvió a Salesforce como vicepresidente regional de ventas. No sólo era una excelente oportunidad profesional en la que podría tener un gran impacto al liderar a todo un equipo de ventas, también le atraía poder volver a las comunidades que había encontrado en Salesforce: como vendedora, como aprendiz, como mujer y como líder.
“Creo que necesité irme no sólo para descubrir hacia dónde quería que fuera mi carrera, sino también los tipos de líderes con los que quería alinearme, de los que quería aprender, con los que podría crecer y de los que podría llevarme partes conmigo. Todos esos líderes estaban en Salesforce”.
Ahora bien, ¿cómo se sintió regresar? Resultó ser una transición muy natural, y en gran parte se debe a la cultura única de Salesforce.
“Salesforce posee una de las culturas más inclusivas que he visto en mi carrera”, afirma Caren. “Y esto abarca desde Grupos de Igualdad, tantos como puedas imaginarte, hasta el hecho de que no importa quién forma parte de la organización; si te acercas a alguien pidiendo ayuda, nadie va a decir ‘No, ese no es mi trabajo’. En una organización tan grande, esto es una anomalía“.
¿Y ahora qué sigue?
Nuevamente en Salesforce y liderando un grupo de ejecutivos de cuentas globales, el equipo de Caren crece y ella busca personas que cumplan con cuatro sencillos requisitos: que tengan curiosidad natural, competitividad inherente, naturaleza colaborativa y actitud positiva.
“Vamos a encontrarnos con obstáculos, pero mantener una actitud positiva es muy importante. Quiero personas que trabajen en equipo, que realmente experimenten este rol… que se perfeccionen y dominen los requisitos para hacer bien el trabajo”.
Caren con su marido y sus hijos.
Por supuesto que también se trata de alguien capaz de adoptar y desarrollar la cultura única de Salesforce, que fue la que impulsó a Caren a regresar al mismo lugar donde comenzó su carrera de software empresarial.
“La cultura de Salesforce siempre ha sido solidaria, de mentalidad abierta y transparente. No se trata de una cultura basada en el prejuicio”, detalló Caren. “Estás en este puesto por una razón. Tienes este trabajo por una razón”.
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